A quien servimos
- Susan Cabot
- 5 sept 2023
- 2 Min. de lectura
Un empresario es alguien que se hace camino al andar, durante su trayectoria profesional va adquiriendo la formación adecuada, así como reconociendo sus talentos y sus puntos débiles. En un momento X de su vida se da cuenta que el control y el miedo al fracaso son una simple ilusión y decide emprender su camino solo o con otros que se encuentran en su misma situación.
Sin embargo, en un momento dado, se da cuenta de las oportunidades y olvida lo mucho que le costó encontrar su camino, despreciando así a otros y haciendo de la codicia su nuevo amo.
Tengo más de 15 años de experiencia en contabilidad y fiscalidad en asesorías y cuento con 4 idiomas. He trabajado con clientes alemanes, austriacos, suecos y ha llegado un momento en mi vida en que me he encontrado a mí misma como ser humano y me he hecho la pregunta más importante de mi existencia, ¿qué me da más satisfacción?
Para mí esa respuesta es fácil, la humanidad, porque si me entrego a servir a otros con amor, y honestidad, sé que en el camino las recompensas me acompañarán por siempre. Porque cuando hago del mundo un lugar mejor, hago de mi mundo un lugar mucho mejor. Cuando mi amo, es el amor; no hay temor. Sin embargo, para aquellos que viven en codicia, su amo es el dinero y su gran miedo de pérdida los reconvierte en seres egoístas destinados a rodearse de personajes afines.
El mundo ya tiene demasiado egoísmo y a veces es necesario, darle una vuelta al problema. No se trata de cambiar a otros, se trata de cambiar nosotros, cambiar nuestras perspectivas y nuestra forma de darnos en general.
Cuando un asesor fiscal olvida que su misión no es buscar zonas legales grises para explotar o fórmulas complejas de entramados societarios para defraudar sino ayudar de forma tradicional a sus clientes, revisando su empresa, preguntándole sobre sus negocios y cómo desea aumentar su producción o servicio y ofreciéndole no solo formas fiscales sino también planes de actuación, de marketing, de ayudas empresariales, de inversión, para que durante su viaje el empresario se sienta acompañado por más que un asesor, un amigo que le entiende y busca ayudarle incluso cuando no sabe cómo, derivándole abiertamente incluso a otros que puedan darle otras opciones.
He visto como por la codicia, se vende a empresarios soluciones que no necesitan y acaban endeudados y más perdidos que cuando inicialmente llegaron y eso para mí es el egoísmo que mata el servicio, y destruye la economía.
Si amas lo que haces, se lo que amas. Dalo todo, pero no seas amo del dinero, se amo de ti mismo, para que cuando los años pasen, recuerdes que a pesar de la obvia y fácil tentación, has sabido ser fiel a tus valores y principios y en el camino has recordado ayudar a otros, tal y como a ti te ayudaron. Tu experiencia no es un don, tu carrera profesional no es tu verdad, quien tu eres como persona y cómo haces sentir a otros es tu Verdad.
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